En Cuerpo – Homenaje à Picasso – Vallauris- Buitrago – XIII – 2024

19 de octubre  – 02 de novembre 2024  | Sala de L’AVEC, antiguo salón de peluquería de Eugenio Arias, Vallauris Golfe Juan

A Picasso :
Has quemado el pan bendito de la belleza

Paul Eluard

La elección de un homenaje a Picasso a través del tema del Cuerpo parece casi evidente. En el transcurso de su larga historia de amor con la pintura, la representación de la figura humana nunca dejó de alimentar su reflexión artística, ocupando un lugar esencial en el conjunto de su obra, en la que los géneros del bodegón y del paisaje están poco representados.

Lo que fascinaba a Picasso en su representación del cuerpo era la oportunidad de medirse con el legado de la pintura clásica. Se impuso el reto de renovar la representación del cuerpo femenino -y particularmente del desnudo-, cuestionando tanto la imitación de la realidad como el respeto a los códigos estéticos que vinculaban la belleza con un ideal de proporción y armonía. Experimentó audaces innovaciones formales, desde los azules y rosas monocromos de su juventud en Montmartre hasta los desnudos crudamente eróticos de sus últimos años, desplegando todos sus recursos pictóricos para crear nuevos lenguajes expresivos. Pero fue en 1907 cuando revolucionó la historia de la pintura occidental con un cuadro que inauguró el arte moderno del siglo XX: deconstruyó y «des- figuró» los cuerpos de las Demoiselles d’Avignon, transgrediendo

todos los códigos figurativos tradicionales y atreviéndose a abolir la perspectiva. Aquellos cuerpos femeninos desnudos, tan provocativos, fueron una declaración de guerra al «buen gusto» francés. Fue lo que abrió el camino al cubismo, que descomponía las formas de los temas elegidos en elementos geométricos y multiplicaba los puntos de vista para mostrar todas las facetas de un mismo motivo.

Para que prevaleciera el arte sobre la naturaleza, y con una inagotable capacidad de innovación, Picasso amplió cada vez más los límites de la expresión artística, enfrentándose a las técnicas más diversas para reflejar su propia visión del cuerpo y del mundo, en lugar de reproducir lo que tenía ante los ojos. Fue su íntima percepción de los cuerpos lo que quiso representar en su pintura, su escultura e incluso en sus creaciones cerámicas, donde a menudo se propuso hacer emerger cuerpos de formas tradicionales.

Picasso atravesó el siglo XX, abriendo un camino de libertad para generaciones de artistas que seguirían utilizando el considerable legado artístico que les dejó. «Picasso me enseñó a correr más deprisa que la belleza», dijo Jean Cocteau, quien añadió: “Quien corre a la velocidad de la belleza sólo conseguirá pleonasmos y tarjetapostalismo ”.

Madeleine Arias