Eugenio Arias (1909-2008) nace el 15 de noviembre de 1909 a Buitrago del Lozoya (Madrid), hijo de Nicolasa Heranz, nativa de Robledillo de Jara y de Pedro Arias, nativo de Buitrago.

Después de un corto período escolar debe, a la edad de nueve años, enterarse del oficio de peluquero al lado de su tío.

Desde la época de su juventud manifiesta su amor para su pueblo y sus ideas progresistas a través de actividades culturales: alfabetización, teatro y creación de la primera biblioteca del pueblo en la peluquería de su tío.

Después de la guerra de España, en la cual se compromete para defender la República, es forzado al exilio. En Francia, después de haber sido recluido en los campos de prisioneros del sur de Francia y haber acompañado el ejército francés en su retirada, reúne con sus compañeros el “maquis” de Corrèze para luchar contra el ocupante nazi.

Después de la victoria de los Aliados, viene para instalarse en Vallauris con su futura esposa, Simone Francoual en 1947 y abre su salón de peluquería en la calle principal. Aquel año Picasso acaba de instalarse en Vallauris para explorar un material nuevo para él, la cerámica, en el taller Madoura. Enterándose del origen español del nuevo peluquero, Picasso entra en el salón de peluquería.

De golpe, el amor de España, de la cual son alejados por su compromiso antifranquista, y la esperanza de que su país recobra las libertades perdidas los acercan. Arias va a hacerse uno de los amigos más constantes de Picasso durante este período de su vida y, hasta su defunción en 1973, será su peluquero, por supuesto, pero sobre todo su confidente y compañero de corridas. Son tan próximos que Picasso será su testigo de matrimonio en febrero de 1950 y que firmará algunas de las dedicatorias que le ofrece: « el padre » o « su segundo padre ».

Esta amistad larga y excepcional que duró del 1947 al 1973, compartida con Jaqueline Picasso, encontrando su fuente en el republicano ideal, la estima y el respeto recíprocos, el amor de España, la pasión a la corrida y el sufrimiento del exilio, no se parará allí. A partir de 1977, el año cuando pudo volver por fin a España, sin su amigo Pablo por desgracia, Eugenio se propone llevar a cabo la misión que con su amigo se fijaron: instalar en Buitrago del Lozoya un museo de la amistad que protege la colección de regalos ofrecidos por el gran amigo. Lo logró en 1985 después de años de esfuerzos constantes, con la ayuda decisiva del entonces presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina.

Esta amistad ha sido contada en parte en el libro: El barbero de Picasso: Historia de una amistad (Biografías) Tapa blanda – Nov 2002, de Monika Czernin (Autor), Melissa Müller (Autor)

También pueden consultar el artículo publicado en Nice Matin, el 23 de abril 2013 : “Eugenio et le Génie” (PDF)

O también pueden “ver” esta historia en un reportage de la cadena Arte “El barbero de Picasso”

Así como en la película de Emilio Barrachina  “Morente, Flamenco y Picasso”

Para celebrar el treinta cumpleaños de la fundación del museo Picasso colección Eugenio Arias  el  Ayuntamiento de Buitrago del Lozoya y en su nombre el Alcalde Angel Martínez  organizó  en Noviembre 2014  un homenaje al que lo hizo posible, con la ocasión del aniversario de su  nacimiento, el 15 de noviembre del año 1909.

La exposición se propone aclarar, a través de documentos de archivo – fotos, cartas , carteles, artículos de prensa – las circunstancias  históricas y las razones de esta insólita amistad entre una de las glorias  del siglo XX y un simple barbero, que acabó en la creación de un museo en un pueblo de la Sierra madrileña alejado de los habituales circuitos artísticos.

Se descubre en ella a otro Picasso, al Picasso de Arias, el de los años 50 y 70, a quien, a pesar de la Alegría de vivir de Antibes y Vallauris, le dolía España y apoyaba resueltamente, a menudo a través del amigo Arias, a los que luchaban por una paz con justicia. Si no su mejor rostro, al menos un rostro que nos lo hace más cercano.

A continuación encontrará la galería de fotos de la exposición